La llegada de la primavera trae días más largos, mejor clima y mayor predisposición a realizar actividades al aire libre. Sin embargo, también presenta desafíos específicos para la salud y la seguridad en el trabajo que las empresas deben considerar. Desde las alergias estacionales hasta la organización de jornadas fuera de la oficina, el rol del empleador es clave para garantizar el bienestar laboral en primavera.
Prevención de alergias estacionales
El polen, el polvo y los cambios de temperatura suelen afectar a muchas personas en esta época del año. Una medida simple y efectiva es realizar un mantenimiento más frecuente de sistemas de ventilación y filtros de aire en oficinas y plantas de trabajo. Asimismo, elegir plantas no alergénicas para espacios comunes y mantener la limpieza de alfombras y cortinas contribuye a un ambiente más saludable.
Actividades al aire libre con seguridad
Es común que durante la primavera las empresas organicen capacitaciones, recreación o jornadas de integración al aire libre. En estos casos, es fundamental proveer agua fresca, sombra, protector solar y botiquín de primeros auxilios. Anticipar las necesidades de los empleados es una forma de cuidar la salud y de mostrar un compromiso real con la prevención.
Bienestar laboral en primavera
El buen clima también es una oportunidad para promover pausas activas, incentivar el uso de la bicicleta o caminatas como medio de transporte y fomentar la movilidad sostenible. Sin embargo, estas iniciativas deben ir acompañadas de medidas de seguridad vial y lugares adecuados para guardar bicicletas de forma segura.
La primavera es un momento ideal para fortalecer la cultura del cuidado en las empresas. Con acciones simples, los empleadores no solo previenen riesgos propios de la estación, sino que también promueven un ambiente laboral más saludable, motivador y seguro.
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