Según el “Informe sobre la situación de género en el sistema de riesgos del trabajo”, publicado por la SRT para el 3° trimestre de 2020, en los servicios de transporte automotor hay 17 hombres por cada 1 mujer. Las mujeres conducen y ahora, además, lo están empezando a contar.

“La participación de hombres y mujeres en el mercado laboral –su distribución y concentración en determinadas actividades económicas-, está estructuralmente condicionada por el género”, remarca en su introducción el documento. Así, continúa afirmando que “mientras que los hombres se concentran en sectores como la construcción, la minería, las manufacturas, el transporte y el agro -donde los riesgos de accidentes y exposición a tóxicos tienen más protagonismo-; las mujeres que trabajan están sobrerrepresentadas en una serie limitada de sectores y ocupaciones”.

El sector de transporte concentra el 4,3% de los trabajadores cubiertos por el Sistema de Riesgos del Trabajo de nuestro país, y apenas el 0,4% de las trabajadoras. Además de la proporción de 17 a 1, se registra también, según el documento, una brecha salarial: “en promedio las mujeres cobran el 20% menos que los varones”.

La importancia de visibilizar

Para revertir estas tendencias, ya funcionan en Argentina diferentes organizaciones que nuclean a mujeres conductoras, como el caso de “Nosotras Conducimos” y “Somos nosotras conductoras”, asociaciones civiles que buscan erradicar la discriminación de género.

En el caso de “Nosotras Conducimos” promueven además la igualdad en el otorgamiento de licencia. La entidad reúne a alrededor de 60 mujeres remiseras, taxistas y dueñas de la ciudad de Santa Fe.

Por su parte, “Somos nosotras conductoras” busca un alcance nacional y, según indica su página de Facebook, incluye además al colectivo LGBTI+.

Según la RAE, visibilizar es “hacer visible por algún procedimiento o dispositivo lo que normalmente no se puede ver a simple vista”. Si a esta definición le sumamos una mirada sociológica, nos permite reconocer las desigualdades, evitar los estereotipos y atender las necesidades específicas de estos grupos que, por suerte, cada vez son más.