La marca empleadora es la reputación que tiene una empresa o institución en las personas trabajadoras que la conforman. Tiene impacto hacia adentro, en tanto cultura organizacional, y hacia afuera, como un buen lugar para el desarrollo profesional.
Según esta definición de marca empleadora, además de potenciar el bienestar de los trabajadores y las trabajadoras, esta herramienta se hace fundamental a la hora de atraer nuevos talentos y, también, de retenerlos. Aquí radica la importancia del concepto.
En cuanto a las colaboradoras y los colaboradores que ya forman parte de la organización, el compromiso que generan con la marca se traduce en lealtad y productividad. De esta forma, la fidelización del personal retorna la inversión realizada en forma de reputación positiva.
Desde la óptica económica, es un instrumento que permite bajar el costo por contratación. Según diversos estudios, las organizaciones que no invierten en su marca empleadora pueden llegar a duplicar sus gastos de contratación con respecto a aquellas que sí lo hacen.
Finalmente, el atractivo de una marca en cuanto al empleo hace que más personas quieran formar parte de su equipo y que, quienes ya lo hacen, no se vayan. Se trata de la obtención y retención de los talentos, que reduce significativamente los costos asociados a la rotación de personal.
Marca empleadora en la era digital: la importancia de LinkedIn
Una buena práctica para difundir la marca empleadora es crear un perfil de empresa en LinkedIn, la mayor red profesional del mundo con más de 850 millones de miembros en más de 200 países y territorios.
El “Perfil de empresa” permite representar a la organización en la red social y, además de ser un espacio propicio donde reclutar talento, es un escenario ideal para contar las historias escondidas detrás de cada una de las personas que conforman la organización.
Para saber más:
Si querés crear tu perfil de empresa en LinkedIn, te recomendamos seguir la guía de ayuda de la red, ingresando en este link.